Para muchas personas mayores, las sillas de ruedas son una herramienta práctica para desplazarse. Quienes tienen problemas de movilidad, han sufrido un ictus o padecen parálisis necesitan usar sillas de ruedas. Entonces, ¿en qué deben fijarse las personas mayores al comprar una silla de ruedas? En primer lugar, es fundamental elegir una silla de ruedas de calidad, ya que no se pueden optar por marcas de baja calidad. En segundo lugar, al elegir una silla de ruedas, se debe prestar atención a la comodidad. El cojín, los reposabrazos, la altura de los pedales, etc., son aspectos importantes a considerar. Veamos los detalles.
Es importante que las personas mayores elijan una silla de ruedas adecuada, por lo que deben tener en cuenta los siguientes aspectos al elegir una:
1. Cómo elegir sillas de ruedas para personas mayores
(1) Altura del pedal
El pedal debe estar al menos a 5 cm del suelo. Si se trata de un reposapiés ajustable en altura, es mejor ajustarlo hasta que la persona mayor se siente y los 4 cm de la parte inferior delantera del muslo no toquen el cojín del asiento.
(2) Altura del pasamanos
La altura del reposabrazos debe corresponder a una flexión de 90 grados de la articulación del codo después de que la persona mayor se siente, y luego añadir 2,5 cm hacia arriba.
Los reposabrazos son demasiado altos y los hombros se fatigan fácilmente. Al empujar la silla de ruedas, es fácil que se produzcan abrasiones en la piel de la parte superior del brazo. Si los reposabrazos son demasiado bajos, al empujar la silla de ruedas, el brazo puede inclinarse hacia adelante, lo que provoca que el cuerpo se incline hacia afuera de la silla. Manejar una silla de ruedas en una posición inclinada hacia adelante durante mucho tiempo puede causar deformación de la columna vertebral, compresión del tórax y dificultad para respirar.
(3) Cojín
Para que las personas mayores se sientan cómodas al sentarse en una silla de ruedas y prevenir las úlceras por presión, lo mejor es colocar un cojín en el asiento, que distribuya la presión en los glúteos. Entre los cojines más comunes se encuentran los de espuma y los de aire. Además, es importante prestar atención a la transpirabilidad del cojín y lavarlo con frecuencia para prevenir eficazmente las úlceras por presión.
(4) Ancho
Sentarse en una silla de ruedas es como ponerse ropa. Hay que determinar la talla adecuada. Una talla correcta permite que todas las partes del cuerpo distribuyan la presión de manera uniforme. Esto no solo es cómodo, sino que también puede prevenir consecuencias adversas, como lesiones secundarias.
Cuando una persona mayor se sienta en una silla de ruedas, debe haber un espacio de 2,5 a 4 cm entre las caderas y las superficies internas de la silla. Si el espacio es demasiado estrecho, la persona mayor tendrá que estirar los brazos para empujar la silla, lo cual dificulta su uso, le impide mantener el equilibrio y le dificulta el paso por espacios reducidos. Al descansar, no podrá apoyar las manos cómodamente en los reposabrazos. Si el espacio es demasiado estrecho, se producirán rozaduras en la piel de las caderas y la parte exterior de los muslos, y dificultará que la persona mayor suba y baje de la silla.
(5) Altura
Generalmente, el borde superior del respaldo debe quedar a unos 10 cm de la axila de la persona mayor, pero esto debe ajustarse según la funcionalidad de su tronco. Cuanto más alto sea el respaldo, mayor será la estabilidad al sentarse; cuanto más bajo, más cómodo será el movimiento del tronco y las extremidades superiores. Por lo tanto, solo las personas mayores con buen equilibrio y poca limitación para la movilidad pueden optar por una silla de ruedas con respaldo bajo. Por el contrario, un respaldo más alto y una mayor superficie de apoyo pueden afectar la actividad física.
(6) Función
Las sillas de ruedas se clasifican generalmente en sillas de ruedas convencionales, sillas de ruedas con respaldo alto, sillas de ruedas para personas mayores, sillas de ruedas eléctricas, sillas de ruedas deportivas para competiciones y otras funciones. Por lo tanto, en primer lugar, deben seleccionarse las funciones auxiliares según la naturaleza y el grado de discapacidad de la persona mayor, sus condiciones funcionales generales, los lugares de uso, etc.
La silla de ruedas con respaldo alto se suele utilizar para personas mayores con hipotensión ortostática que no pueden mantener una postura sentada a 90 grados. Una vez aliviada la hipotensión ortostática, se debe cambiar la silla de ruedas lo antes posible para que la persona mayor pueda manejarla por sí misma.
Las personas mayores con función normal en las extremidades superiores pueden optar por la silla de ruedas con neumáticos dentro del modelo de silla de ruedas convencional.
Para quienes tienen dificultades con las extremidades superiores y las manos y no pueden conducir sillas de ruedas convencionales, se pueden elegir sillas de ruedas o sillas de ruedas eléctricas equipadas con volantes de resistencia a la fricción; si las personas mayores tienen dificultades con las manos y trastornos mentales, pueden optar por una silla de ruedas de asistencia portátil, que puede ser empujada por otras personas.
1. ¿Qué personas mayores necesitan silla de ruedas?
(1) Las personas mayores con mente lúcida y manos sensibles pueden considerar el uso de una silla de ruedas eléctrica, que es la forma más conveniente de viajar.
(2) Las personas mayores con mala circulación sanguínea debido a la diabetes o que deben permanecer sentadas en sillas de ruedas durante largos periodos tienen un alto riesgo de desarrollar úlceras por presión. Es necesario añadir un cojín de aire o de látex al asiento para dispersar la presión y así evitar el dolor o la sensación de agobio al estar sentadas durante mucho tiempo.
(3) No solo las personas con movilidad reducida necesitan usar silla de ruedas; algunos pacientes que han sufrido un ictus no tienen problemas para ponerse de pie, pero su equilibrio está afectado y son propensos a caerse al levantar los pies y caminar. Para evitar caídas, fracturas, traumatismos craneales y otras lesiones, se recomienda que también utilicen silla de ruedas.
(4) Aunque algunas personas mayores pueden caminar, no pueden recorrer grandes distancias debido al dolor articular, la hemiplejia o la debilidad física, por lo que les cuesta caminar y se quedan sin aliento. En estos casos, no se resista y no se niegue a sentarse en una silla de ruedas.
(5) La reacción de las personas mayores no es tan sensible como la de los jóvenes, y su capacidad de control manual también es menor. Los expertos sugieren que es preferible utilizar una silla de ruedas manual en lugar de una eléctrica. Si la persona mayor ya no puede ponerse de pie, lo mejor es elegir una silla de ruedas con reposabrazos desmontables. De esta manera, el cuidador ya no necesita levantar a la persona mayor, sino que puede desplazarse lateralmente para facilitarle el trabajo.
Fecha de publicación: 23 de diciembre de 2022