Si buscas una silla de ruedas que se adapte a tu estilo de vida y que además sea asequible y se ajuste a tu presupuesto, tanto el acero como el aluminio tienen sus ventajas e inconvenientes. La elección dependerá de tus necesidades específicas. A continuación, te presentamos algunos factores a considerar al elegir el material de tu silla de ruedas, así como las ventajas y desventajas de cada material.
Las sillas de ruedas se pueden clasificar en tres tipos según su material: aluminio, acero y hierro. Actualmente, la mayoría de las sillas de ruedas del mercado están fabricadas en aluminio. Mucha gente cree que el acero es más duradero que el aluminio, pero no es así. El aluminio utilizado en la fabricación de sillas de ruedas es una aleación de aluminio de alta resistencia, que no solo posee las ventajas del acero (fuerte y duradera), sino que además es ligera, evitando así el peso excesivo del acero.
Debido a que el acero fue uno de los primeros materiales utilizados en sillas de ruedas, resulta más pesado que las fabricadas con otros materiales. Su uso está restringido a entornos secos, ya que se oxida en ambientes húmedos debido a las características del material, lo que lo hace inservible para el reciclaje. Sin embargo, gracias a su peso, evita que el paciente se vuelque o se incline hacia atrás al usarlo.
En los últimos años, las sillas de ruedas de aluminio se han convertido en la opción preferida. Su ligereza y facilidad de transporte las hacen muy prácticas para quienes viven en pisos altos y salen con frecuencia. Además, gracias a las propiedades del aluminio que las protegen de la corrosión, pueden reciclarse al final de su vida útil.
Fecha de publicación: 1 de diciembre de 2022