Según la OMS, la mitad de las caídas en personas mayores se producen en interiores y el baño es uno de los lugares de mayor riesgo de caídas en los hogares.La razón no es sólo el suelo mojado, sino también la falta de luz.Por lo tanto, usar una silla de ducha para ducharse es una buena elección para las personas mayores.La posición sentada es más tranquilizadora que la de pie y la fuerza muscular no se contrae en absoluto, lo que te hace sentir cómodo y relajado al lavarte.
Como su nombre indica, la silla de ducha está diseñada para espacios resbaladizos.No es una silla normal solo con cuatro patas firmes, en la parte inferior de las patas, cada una de ellas está fijada con puntas antideslizantes, que mantienen la silla en el mismo lugar firmemente en espacios resbaladizos en lugar de resbalar.
La altura del asiento también es un punto importante en la silla de ducha.Si la altura del asiento es demasiado baja, será necesario más esfuerzo para levantarse cuando las personas mayores terminen de ducharse, lo que puede provocar un accidente debido a que el centro de gravedad es inestable.
Además, una silla de ducha de baja altura aumentará la carga de las rodillas porque las personas mayores necesitan doblar demasiado las rodillas para igualar la altura de la silla.
Según los puntos anteriores, se necesitan puntas antideslizantes para la silla de ducha.Si desea adaptarse a la altura del asiento para personas mayores, pruebe con una silla que pueda ajustar la altura.Aunque se nos recomienda más elegir junto con las personas mayores.
Hora de publicación: 26 de octubre de 2022